Para las nuevas generaciones, un convite es una comida o banquete donde se celebra algo, también es un grupo de trabajadores que hacen su trabajo a cambio de comida o bebida. Pero en nuestro pueblo, un convite era una especie de ritual, de reunión entre familiares, amigos y vecinos para ayudar a alguien en especifico el día de la siembra de su conuco, era como un culto a la hermandad, y eso de alguna forma contribuía a la buena cosecha. Ese día se cocinaba una sola comida para todo el mundo, hombres, mujeres y niños se confundían en una sola actividad donde reinaba la simpatía y la amistad. Hoy, se perdió el convite.. se perdió el sentido común de ayudar al prójimo, y de igual manera, se está perdiendo Duvergé.
4 comentarios:
Wow, tu sales con unos temas que los tenía borrados en mis disco duro. Muy buena reflexión!
disculpa hermano mio, copie este texto para postiarlo en el blog jaquimeyesenlared.com.
puedo?
Claro Kilbert, no hay problema, adelante.
David, te confieso que me llegan como de repente y de inmediato lo escribo en algo para que no se me olvide, nuestra niñez estuvo llena de tantas cosas positivas que faltarían muchos temas más para plasmarlas todas.
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