Impávido y desafiante se muestra Enriquillo, ante la caída de la tarde, cuando las nubes comienzan a teñirse y el sol termina su jornada, rindiéndose a sus pies.
Según la leyenda, Enriquillo se quitó la camisa, que representaba su vida en el mundo de los españoles y llevándose a su esposa, Mencia y a otros huyó a las sierras en las cuales le habían servido de tierra de recreo.
Enriquillo comenzó su alzamiento con un gran grupo de taínos en la Sierra de Bahoruco y los taínos pudieron continuar con la rebelión gracias a su conocimiento de la región. Derrotaban a todas las expediciones enviadas a subyugarlos. Los españoles confiaban que acabarían con los taínos tal como lo habían hecho antes. Pero, ya no había temor a lo desconocido, al vivir entre los españoles, conocían su estrategias. A diferencia de éstos, en vez de ataques frontales y de poblaciones asentadas, podían atacar en cualquier momento y de cualquier lugar.
Estas buenas nuevas no tardaron en el de circular por todas partes y muchos taínos huyeron buscando la libertad en las Sierra del Bahoruco. Liberaron a los esclavos africanos que se unieron a su ejército. Le favorecía que la isla no era un punto clave de la colonización, pues estaban enfocados en la conquista de los pueblos Azteca e Inca.
Ya que los españoles no podían controlar la rebelión, y la colonia ya era presa del pánico, se firmó un tratado dando a los taínos, entre otras concesiones, el derecho a la libertad y propiedad. Sin embargo, esto trajo pocas consecuencias inmediatas, ya que para esta fecha, la población pura taína estaba declinando rápidamente a causa de enfermedades europeas. El propio Enriquillo sucumbió trágicamente a la tuberculosis años más tarde, pero su esposa Mencía continuó con la visión y la lucha por la libertad.
Fuente
Enriquillo comenzó su alzamiento con un gran grupo de taínos en la Sierra de Bahoruco y los taínos pudieron continuar con la rebelión gracias a su conocimiento de la región. Derrotaban a todas las expediciones enviadas a subyugarlos. Los españoles confiaban que acabarían con los taínos tal como lo habían hecho antes. Pero, ya no había temor a lo desconocido, al vivir entre los españoles, conocían su estrategias. A diferencia de éstos, en vez de ataques frontales y de poblaciones asentadas, podían atacar en cualquier momento y de cualquier lugar.
Estas buenas nuevas no tardaron en el de circular por todas partes y muchos taínos huyeron buscando la libertad en las Sierra del Bahoruco. Liberaron a los esclavos africanos que se unieron a su ejército. Le favorecía que la isla no era un punto clave de la colonización, pues estaban enfocados en la conquista de los pueblos Azteca e Inca.
Ya que los españoles no podían controlar la rebelión, y la colonia ya era presa del pánico, se firmó un tratado dando a los taínos, entre otras concesiones, el derecho a la libertad y propiedad. Sin embargo, esto trajo pocas consecuencias inmediatas, ya que para esta fecha, la población pura taína estaba declinando rápidamente a causa de enfermedades europeas. El propio Enriquillo sucumbió trágicamente a la tuberculosis años más tarde, pero su esposa Mencía continuó con la visión y la lucha por la libertad.
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