Natasha Kampusch, la joven austríaca que vivió secuestrada en un sótano, publicó su autobiografía. En una entrevista, donde habla de la obra, afirmó: "Estaba tan metida en el cautiverio que el cautiverio se metió en mí". La frase hace alusión al proceso psicológico llamado Síndrome de Estocolmo, que define la identificación afectiva de la víctima con el captor y el proceso de cautiverio. La sociedad dominicana vive metida en el oscuro sótano de la falta de respuestas. Sufre, pero no piensa en escapar. Esa es la razón de esta desesperante conducta de revolcarnos en el lodo. ¡Huyamos! Preferiblemente, hacia adelante.
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