Alquilo unas tierras, donde el sol se oculta y te grita que ya acabó el día. Una, donde el viento suspira y te obliga a pensar en tu infancia dándole entrada a la melancolía.
Alquilo unas tierras, capaces de soportar el hambre y la miseria envuelta en trapos de lujos, sus palmeras.
Alquilo unas tierras ubicadas en un lugar remoto del planeta; una donde no se conocen sus habitantes pero si sus fronteras, una tierra donde entras y te quedas, donde te marchas y regresas.
Si, alquilo unas tierras capaces de detener el tiempo y sus miserias.
Te alquilo mi tierra, Duvergé.
1 comentarios:
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