Con la colaboración del amigo Cristian Vólquez (Cayuco), traeremos una serie de personajes de nuestro pueblo para conocer un poquito más de sus vidas, empezamos con Carmelo Heredia Nova, alias Cochero.
Nació en Duverge según él, el 16 de Julio de 1926, aunque en su cédula dice el 10 de Enero del mismo año. Fueron sus padres los Señores Braulio Heredia y Claudina Nova. Fue su esposa la Señora Manuela Heredia con quien procreó cuatro hijos de los cuales sólo recuerdo los nombres de José Heredia (José Cochero) y Carlos Heredia (Carlos Cochero).
Me cuenta que se inició trabajando como zacatecas del ayuntamiento en la gestión del señor Feliciano Méndez quien fungía como sindico de la localidad en el año 1946, labor que ejerció hasta 1996. Cuenta también que fue uno de los primeros bomberos con que contaba el pueblo, llegando a alcanzar el rango de "Cabo".
Carmelo Heredia "Cochero", es uno de los personajes pintorescos de Duvergé, por sus peculiares frases llegando a ser llamado por algunos ¨El Filósofo¨, también por sus prolongadas borracheras, su rostro un tanto gracioso y sus espectáculos callejeros; aunque sólo los hacía en sus borracheras, porque estando sobrio, no hay ese que lo vea ni siquiera hablar, en su sobriedad, sólo habla lo necesario.
"El charco de Cochero", uno de los más famosos y mas concurridos en su tiempo, ya que contaba con la forma de una playa, se encontraba al lado de su vivienda al final de la calle Sanchez, la cual esta ubicada a la orilla del río las damas donde se divide Duverge con San José.
Sus frases: - Suavízame que voy volando - , - Yo soy el filósofo -, - Hablaremos....cuando sea posible -, - Con perdón. Me cuenta también con sus ojos aguarapados, que a pesar de haber trabajado toda su vida en instituciones municipales, como lo son el ayuntamiento y el cuerpo de bomberos; fue cancelado sin recibir una pensión para su sustento, que ahora solo se sostiene gracias a un hermano que le saca un plato de comida todos los días y de algunas dádivas obsequiadas por parroquianos que se conduelen de su estado.
Cochero es el típico ejemplo del don nadie, a sus 80 y tantos años, con poco tino en sus recuerdos, con pasos lentos y contando con la visión en un solo ojo, me cuenta que aun sigue en espera de que algún edil se apiade de su situación y lo ayude con alguna pensión.
Nació en Duverge según él, el 16 de Julio de 1926, aunque en su cédula dice el 10 de Enero del mismo año. Fueron sus padres los Señores Braulio Heredia y Claudina Nova. Fue su esposa la Señora Manuela Heredia con quien procreó cuatro hijos de los cuales sólo recuerdo los nombres de José Heredia (José Cochero) y Carlos Heredia (Carlos Cochero).
Me cuenta que se inició trabajando como zacatecas del ayuntamiento en la gestión del señor Feliciano Méndez quien fungía como sindico de la localidad en el año 1946, labor que ejerció hasta 1996. Cuenta también que fue uno de los primeros bomberos con que contaba el pueblo, llegando a alcanzar el rango de "Cabo".
Carmelo Heredia "Cochero", es uno de los personajes pintorescos de Duvergé, por sus peculiares frases llegando a ser llamado por algunos ¨El Filósofo¨, también por sus prolongadas borracheras, su rostro un tanto gracioso y sus espectáculos callejeros; aunque sólo los hacía en sus borracheras, porque estando sobrio, no hay ese que lo vea ni siquiera hablar, en su sobriedad, sólo habla lo necesario.
"El charco de Cochero", uno de los más famosos y mas concurridos en su tiempo, ya que contaba con la forma de una playa, se encontraba al lado de su vivienda al final de la calle Sanchez, la cual esta ubicada a la orilla del río las damas donde se divide Duverge con San José.
Sus frases: - Suavízame que voy volando - , - Yo soy el filósofo -, - Hablaremos....cuando sea posible -, - Con perdón. Me cuenta también con sus ojos aguarapados, que a pesar de haber trabajado toda su vida en instituciones municipales, como lo son el ayuntamiento y el cuerpo de bomberos; fue cancelado sin recibir una pensión para su sustento, que ahora solo se sostiene gracias a un hermano que le saca un plato de comida todos los días y de algunas dádivas obsequiadas por parroquianos que se conduelen de su estado.
Cochero es el típico ejemplo del don nadie, a sus 80 y tantos años, con poco tino en sus recuerdos, con pasos lentos y contando con la visión en un solo ojo, me cuenta que aun sigue en espera de que algún edil se apiade de su situación y lo ayude con alguna pensión.
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